If you’ve ever had to deal with a prejudiced person, you know there’s no use arguing with them. They have already formed their opinion, even if it’s wrong and stupid. After all, prejudice is the offspring of ignorance.
We have all been prejudiced before, because we have all been ignorant before. But later on, knowledge opened our mind and then we saw that we were wrong. We’re probably still biased with regards to things we think we know everything about, but in truth we haven’t investigated in to it carefully.
If you see that you’re being prejudiced towards someone or something, look to really get to know the person or subject. Inform yourself and weight the facts. Give yourself the benefit of the doubt. Listen to balanced opinions from unbiased people with regards to what you’re trying to get to know better. Free yourself from your preconceived opinions, put the facts together, and decide according to what seems the most correct and honest. Don’t be afraid to recognize that perhaps, you were wrong.
If you deal with a prejudiced person and want to know how to influence them, my first suggestion is that you give up on the thought – at least, if you see that the person is really clinging to their prejudices and are not in the least interested in hearing something different. It’s a waste of time. But on the improbable chance that they may want to inform themselves better, then continue presenting information on the subject. Just the same, the decision on how to digest that information is still the person’s. So don’t blame yourself if they choose to continue being biased. There are people who hold on to them like Bruce Willis held on to the truck’s flying door in Die Hard.
Bishop Renato Cardoso (UCKG/ IURD)
Lidiando con personas prejuiciosas
Si usted ya lidió con una persona prejuiciosa, sabe que no sirve de nada argumentar con ella. Ya formó una opinión propia, aunque de manera equivocada y estúpida. Al final, el prejuicio es hijo de la ignorancia.
Todos nosotros ya fuimos prejuiciosos, pues ya fuimos ignorantes. Más tarde, el conocimiento abrió nuestra mente y entonces vimos que estábamos equivocados.
Probablemente todavía somos prejuiciosos con respecto a cosas que creemos saber pero que en realidad aun no investigamos con cuidado.
Si usted se ve prejuicioso para con alguien o algo, busque conocer realmente a la persona o al tema. Infórmese. Pese los hechos. Permítase el beneficio de la duda. Oiga opiniones equilibradas de personas no prejuiciosas al respecto de lo que usted está intentando conocer mejor. Líbrese de sus opiniones preconcebidas, reúna los hechos y decida según lo que le parece más correcto u honesto. No tenga miedo de reconocer que tal vez estaba equivocado.
Si usted lidia con una persona prejuiciosa y quiere saber cómo influenciarla, mi primera sugerencia es que desista de la idea – por lo menos si ve que la persona está tan agarrada a sus prejuicios que no tiene ningún interés de oír algo diferente. Es pérdida de tiempo. Pero en la improbable chance de que ella quiera informarse mejor, entonces limítese a presentarle informaciones sobre el tema. Sin embargo, la decisión de absorber esa información será de ella. No se culpe si elije mantener el prejuicio. Existe gente que se agarra de ellos como Bruce Willis en la puerta de un carro volador en Duro de Matar.
Blog Obispo Renato cardoso (IURD)