11/03/12

ADELANTAR

ADELANTAR

¿Cuántos internautas están huyendo de su problema?
No quieren oír verdades, no quieren mostrar sus errores o fracasos porque prefieren enseñar una cierta apariencia de que están en la “fe”.
Conforme el tiempo va pasando, las aflicciones están aumentando. ¿Dónde está la solución? ¡Está lejos! ¡Cada vez más distante!
Están en la iglesia, lloran y hasta parece que se están entregando. Y, ¿Por qué?
Porque después del llanto, viene la sensación de que no cometerán los mismos errores, sin embargo, en la semana siguiente, ¡las actitudes demuestran que todo fue en vano! ¡Nada fue real! ¡Todo fue una farsa!
Pero ella dice: ¡Estoy luchando! Yo sé que Dios me librará de mi “yo”.
¿Qué? ¡¡Digo yo!! ¿Dios va a librarte?
Disculpa amiga, pero tendrás que leer muy bien lo que voy a decir.
Antes de que Jesús fuera preso, Él estaba en el Jardín de Getsemaní, donde oraba en agonía diciendo: “aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras”. ¿Verdad?
¡Pues sí! Pero cuando llegó el momento de probar que Él no sólo pedía, sino que también ofrendaba a Dios… ¡Él nos sorprendió!
“Entonces Judas, tomando la cohorte romana , y a varios alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allá con linternas, antorchas y armas. Jesús, pues, sabiendo todo lo que le iba a sobrevenir, salió y les dijo: ¿A quién buscáis?” Juan 18.3-4
Sabes… no tengo palabras en cuanto a la actitud del Señor Jesús. ¡Simplemente lindo!
Él, que no hizo nada. No pecó. Ahora sería juzgado como un malhechor y llevaría todo el pecado del mundo, desde la existencia hasta el fin. Estaría lejos del Padre. Solo. En fin, todo para obedecer y ser la Única ofrenda capaz de comprar nuestra alma del infierno.
Antes pedía que lo librase, pero no hizo su propia voluntad. ¡Él lo enfrentó! Es más: se adelantó, incluso, a que los soldados llegaran hasta Él.
¡Quien no debe, no teme!
Quien está de verdad listo a obedecer, se sacrifica a sí mismo, se adelanta y asume aquello que debe hacer.
Pero aquellos que son cobardes… se sienten humillados frente a su situación. Su orgullo es su refugio y no alcanzan nada, sólo ser los hipócritas de esta generación.
El Señor Jesús fue hasta los que le perseguían y además les preguntó. ¿Quién haría eso con tanta osadía, sabiendo lo que podría acontecer?


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