09/02/13
La fuerza de un niño
Un día, dos niños estaban patinando en una laguna congelada. La tarde era fría y nublada, pero los niños se divertían haciendo piruetas y jugaban sin preocupación, riéndose de sus travesuras.
De pronto, el hielo se rompió y uno de los niños cayó al agua.
El otro niño, viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas, hasta que logró romperlo, pudiendo así rescatar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron cómo lo había hecho ya que el hielo era muy grueso. Es imposible que lo haya podido romper con esa piedra y esas manos tan pequeñas, comentaban entre ellos.
En ese instante apareció un anciano y dijo:
–¡Yo sé cómo pudo hacerlo!
–¿Cómo?, preguntaron.
–Pudo hacerlo, porque no había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Reflexión:
Si crees que puedes lograr algo, entonces lo lograrás. Aunque, humanamente hablando tu objetivo sea imposible, si dependes de Dios y no escuchas las voces negativas, con seguridad alcanzaras todo lo que te propongas.
La Palabra de Dios dice: “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”. (Isaías 40: 29).
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