O se vive en la justicia de Dios o en la injusticia de la propia voluntad.
“El culto racional, que es la fe inteligente, exige el sacrificio de nuestro yo, de nuestro cuerpo, para que nuestra fe y comunión con Dios sean verdaderas”.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” Romanos 12:1
“Para orientar a los nuevos convertidos, el apóstol Pablo destaca en el versículo de Romanos, que es necesario sacrificar la carne, pues muchos, engañados, terminan entregándose a las pasiones, a los instintos que ella ofrece. La voluntad de la carne siempre fue y siempre será contra la voluntad de Dios, por lo tanto, si nosotros queremos agradar a Dios tenemos que renunciar a nuestros deseos”.
“Todos tienen pasiones carnales, pero solamente algunos sacrifican esa voluntad. Dios no salvó a los ángeles cuando se rebelaron, mucho menos perdonará a los humanos que son rebeldes a Su Palabra. Si no hubiere sacrificio de la carne, con seguridad las personas vivirán en la injusticia. Y, ¿cómo vivir en comunión con la injusticia y querer tener comunión con la justicia, que es Dios? No se puede. Si no presentamos nuestro cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, de ninguna manera sabremos cuál es Su voluntad”.
Obispo Edir Macedo.