Mañana puede ser muy tarde - Noche de la Salvación -

¿Qué pasa al morir?


La muerte puede sobrevenir en menos de un segundo o ser el final de una larga agonía. Ser el resultado de un suicidio (acto abominable a los ojos de Dios), fruto de un accidente, enfermedad o debido a causas naturales. Sin embargo, hay aspectos por lo que la mayoría atraviesa al morir: el cuerpo inicia un proceso de descomposición, el espíritu (aliento de vida) vuelve a Dios y el alma (la esencia de la persona) se dirige al lugar que haya escogido a través de sus decisiones.


Cuerpo, espíritu y alma: ¿Qué pasa al morir?


El corazón se detiene, el cerebro cesa su actividad y en un último respiro se pierde el contacto con el mundo. Es espíritu, aliento de vida, que nos mantiene conectados a este mundo material, se va. Las células ya no reciben oxígeno y poco a poco mueren también. La sangre se acumula donde la gravedad la atraiga y el calcio provoca rigidez en los músculos. Pero después del último aliento ya no hay control sobre las ideas. Es como un apagón. Todo, simplemente, deja de funcionar.


La Biblia dice que ángeles van al encuentro de las almas que en vida mantuvieron una buena relación con Dios (que supieron amarlo, obedecerlo, respetarlo, pedir y recibir su perdón). Toman esa alma y la conducen a un lugar de descanso, la antesala del Cielo. Lee Lucas 16:19 al 31.


Sin embargo, los demonios son los encargados de arrastrar al infierno, la antesala del Lago de Fuego, a las almas de quienes no aprovecharon la vida para conocer, amar y seguir los consejos de Dios…


Y de ambos destinos no hay vuelta atrás…


Dios es justo y misericordioso, pero también es puro y no puede recibir en el Cielo a quienes no buscaron estar limpios de sus pecados antes de morir. Y debido a lo súbito de la muerte, no es prudente esperar hasta el último momento para solicitar perdón, tampoco lo es arriesgarse a vivir pecando.


Aprovecha la vida, vive bien, vive con Dios. Con Él tendrás todo lo necesario para ser feliz aquí y en la eternidad.


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