24/03/12

Lección de Fuego (Momento de reflexión)

Lección de Fuego (Momento de reflexión)

Un hombre, que regularmente asistía a las reuniones de una iglesia, sin ningún aviso dejó de participar en sus actividades. Después de algunas semanas, una noche muy fría el pastor de la iglesia decidió visitarlo. Encontró al hombre en casa, solo, sentado frente a una chimenea donde ardía un fuego brillante y acogedor.
Adivinando la razón de su visita, el hombre dio la bienvenida al pastor, lo Condujo a una silla grande cerca de la chimenea y se quedó quieto, esperando una pregunta. Se hizo un grave silencio. Los dos hombres sólo contemplaban la danza de las llamas en torno de los troncos de leña que crepitaban.
Al cabo de algunos minutos el pastor, sin decir palabra, examinó las brasas que se formaban y cuidadosamente seleccionó una de ellas, la más incandescente de todas, retirándola a un lado del brasero con unas tenazas. Volvió entonces a sentarse, permaneciendo silencioso e inmóvil.
El anfitrión prestaba atención a todo, fascinado pero inquieto. Al poco rato, la llama de la brasa solitaria disminuyó, hasta que sólo hubo un brillo momentáneo y el fuego se apagó repentinamente. En poco tiempo, lo que era una muestra de luz y de calor, no era más que un negro, frío y muerto pedazo de carbón recubierto por una leve capa de ceniza. Muy pocas palabras habían sido dichas desde el ritual saludo entre los dos amigos.
El pastor de la iglesia , antes de prepararse para salir, con las tenazas blandió el carbón frío e inútil, colocándolo de nuevo en medio del fuego. De inmediato la brasa se volvió a encender, alimentada por la luz y el calor de los carbones ardientes en torno suyo.
Cuando el pastor de la iglesia alcanzó la puerta para irse, el anfitrión le dijo:
-Gracias por tu visita y por tu bellísima lección. Regresaré al iglesia. Buenas noches.

¿Por qué los miembros desaparecen de la iglesia ?

Muy simple: porque cada miembro de la iglesia que se retira le quita el fuego y el calor al resto.

A los miembros de una iglesia vale recordarles que ellos forman parte de la llama y que lejos del grupo pierden todo su brillo.

A los pastores de la iglesia, vale recordarles que son responsables por mantener encendida la llama de cada uno de los miembros y por promover la unión entre todos ellos, para que el fuego sea realmente fuerte, eficaz y duradero.

¡Que Dios los bendiga en el nombre de Jesús!


Tradotto:

La lezione del fuoco

Un uomo, che regolarmente  frequentava le riunioni della chiesa, senza nessun avviso smise  di parteciparvi.
Dopo qualche settimana, il pastore della chiesa, decise di andarlo a trovare. Era una notte molto fredda...
Il  pastore trovò l’uomo in casa  solo, seduto davanti al camino, dove ardeva un fuoco scintillante ed accogliente.
Indovinando il motivo  della visita, l’uomo diede il benvenuto al suo pastore, lo fece accomodare su una sedia grande vicino al camino e rimase fermo, aspettando...
Ci fu un gran silenzio, e  i due uomini guardavano soltanto la danza delle fiamme intorno ai tronchi di legna che bruciavano.
Dopo qualche minuto, il pastore osservò le braci che si formavano e  con cura scelse una di loro, la più incandescente di tutte, mettendola da un lato. 
Tornò allora a sedere, rimanendo silenzioso ed immobile. 
Il padrone di casa osservava con attenzione tutto. 
Poco dopo, la fiamma della brace solitaria calò, fino a quando ci fu solo un scintillio momentaneo  ed il fuoco si spense in un attimo. In poco tempo, ciò che prima era una festa di calore e luce, ora era un nero, freddo e morto pezzo di carbone ricoperto da una spessa cappa di cenere grigia. Nessuna parola era stata detta dopo il saluto iniziale tra i due amici.
Il pastor, prima di andarsene, aizzò nuovamente il carbone freddo ed inutile, mettendolo di nuovo in  mezzo al fuoco. 
Quasi subito si riaccese, alimentato dalla luce e dal calore dei carboni ardenti intorno a lui.
Quando il pastore fu alla porta pronto per uscire, il padrone di casa disse:
“-Grazie per la tua visita e per la bellissima lezione...  Tornerò a partecipare alle riunioni. A presto!

Riflessione: 
-Ai membri della Chiesa è importante ricordare che loro fanno parte della fiamma, e che quando sono lontano, loro perdono tutta la luce ed il calore!

-Mentre ai i pastori delle chiese, vale la pena ricordare che è loro compito mantenere accesa la fiamma di ogni membro e promuovere l’unione tra tutti, perché il fuoco sia realmente forte, efficace e duraturo.



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