04/03/13

Questo interessa a tutti

La liberazione che è accaduta in ognuno di noi, e soprattutto, il più grande dei miracoli, che è stata la nuova nascita, è ciò che desideriamo che succeda a tutte le persone.

C’è una rivolta molto grande che ci porta a chiedere allo Spirito Santo: “Cosa dobbiamo fare affinchè succeda questo?”

Abbiamo visto delle persone in un processo di liberazione che, pur conoscendo bene la Bibbia, non sono ancora nate di nuovo.

Alcune di loro passano dei piacevoli momenti di pace, mentre si trovano dentro la chiesa, ma questo finisce subito, perché quando escono si scontrano con una realtà triste e di routine.

Sarà che il Signore dei cieli e della Terra è il Signore di coloro che credono in Lui solo quando stanno dentro la chiesa, e non fuori, che quando la persona è in chiesa, le sembra di stare in cielo; e fuori, le sembra di stare all’inferno?

Se la persona dentro la chiesa si sente bene, ma quando esce, sente gli stessi sintomi del periodo in cui voltava le spalle a Dio e aveva il viso rivolto verso il diavolo - pur essendo buona e caritatevole - allora non c’è stata una liberazione. C’è un demone in zona!

Come liberarsi da questo inferno una volta per tutte e prendere possesso della vita di qualità?

Il Signore Gesù disse: “D'altronde nessuno può entrare nella casa dell'uomo forte e rubargli le sue masserizie, se prima non avrà legato l'uomo forte; soltanto allora gli saccheggerà la casa.” Marco 3.27

Questo uomo forte è il diavolo; la casa è il corpo della persona - in cui lui abita - e il bene è la vita che lui ha nelle sue zampe.

Come posso entrare nella casa dell’uomo forte, legarlo e togliere la vita dalle sue zampe, se io non sono rivoltato? Impossibile!

Per questo motivo, tanta gente non si è ancora liberata.

Sai cosa manca? Rivolta e indignazione!

Quello che è vestito di rivolta diventa il valoroso più forte.

Se tu dici che il Signore Gesù è il tuo Signore, fino a quando tollererai che questo inferno abiti nel tuo corpo e sia padrone della tua vita?

Non pensare che dopo essere stato liberato, nato da Dio, le benedizioni verranno automaticamente. No, no e no!

Non dimenticare: anche con Dio, tra te e i beni che desideri, esistono questi demoni che un giorno erano dentro di te.

Se hai vinto solo con la fede e la rivolta, immagina adesso con lo Spirito Santo?

Tu hai la fede, la Parola di Dio e il Suo Spirito.

Rivoltati contro quest’inferno e prendi possesso della vita abbondante che il Signore Gesù ha portato.




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La liberación que sucedió con cada uno de nosotros y, sobre todo, el mayor de los milagros que fue el nuevo nacimiento, es lo que deseamos que les suceda a todas las personas.

Hay una indignación muy grande, que siempre nos lleva a preguntarle al Espíritu Santo: “¿Qué tenemos que hacer para que eso suceda?”

Hemos visto a personas en proceso de liberación que, aunque conozcan la Biblia, aún no nacieron de nuevo.

Algunas de ellas pasan agradables momentos de paz, mientras están dentro de la iglesia, pero eso se termina porque cuando salen de allí se encuentran con una realidad triste y rutinaria.

¿Será que el Señor de los cielos y de la Tierra es el Señor de aquellos que creen en Él solo cuando están dentro de la iglesia, y no afuera; de modo que, cuando la persona está en la iglesia, parece que está en el cielo; y cuando está afuera, parece que está en el infierno?

Si la persona dentro de la iglesia siente que está bien, pero cuando se va tiene los mismos síntomas que tenía en la época en la que estaba de espaldas a Dios y con el rostro dirigido hacia el diablo – aún siendo buenita y caritativa – entonces, no hubo una liberación. ¡Allí existen demonios!

¿Cómo liberarse de ese infierno de una vez por todas y tomar posesión de una vida con calidad?

El Señor Jesús dijo: “Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa.” Marcos 3:27

Ese hombre fuerte es el diablo, la casa es el cuerpo de la persona – que hizo que sea su habitación –, y los bienes son la vida que él tiene en sus garras.

¿Cómo puedo entrar en la casa del hombre fuerte, atarlo y sacar la vida de sus garras, si yo no estuviese indignado? ¡Es imposible!

Por esa razón mucha gente aún no se liberó.

¿Sabe qué es lo que falta? ¡Enojo, indignación!

Todo aquel que está vestido de Indignación se convierte en el hombre más fuerte.

Si usted dice que el Señor Jesús es su Señor, ¿hasta cuándo va a tolerar que ese infierno viva en su cuerpo y sea dueño de su vida?

No piense que después de ser liberado y nacido de Dios las bendiciones vendrán de forma automática, ¡no, no y no!

No se olvide: aún estando con Dios, entre usted y los bienes que desea, existen esos demonios que un día estuvieron dentro de usted.

Si solamente con la fe y la indignación usted venció, ¡imagínese ahora con el Espíritu Santo!

Usted tiene la fe, la Palabra de Dios y Su Espíritu.

Indígnese contra ese infierno y tome posesión de la vida abundante que el Señor Jesús vino a traer.


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